Mi nombre es Padre Celso Marquez, MSpS, soy de Monte Escobedo, Zacatecas, México. Ingresé a la congregación de los Misioneros del Espíritu Santo en el seminario menor en Guadalajara, Jalisco, Mexico, cuando casi tenía doce años. Después de eso pasé un año en el noviciado en Querétaro, México, seguido de un segundo año de noviciado en Playa del Rey, California. Hice mi primera profesión de votos religiosos en la parroquia de Santa Martha en Huntington Park, California el 9 de agosto de 1987.
Regresé a Guadalajara a estudiar filosofía por tres años y saqué mi diplomado con la tesis “La autorrealización a través de la búsqueda de la realización de los demás”. Luego complete dos años de pasantía en el seminario menor. Luego estudié inglés como segunda lengua en preparación para mis estudios de teología en el seminario de St. John en Camarillo, California. Allí obtuve mi Maestría en Divinidad con la tesis “La virtud de la esperanza en la vida de Concepción Cabrera de Armida”. Fui ordenado sacerdote para los Misioneros del Espíritu Santo en la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Oxnard, California, con el Obispo Eusebio Elizondo como mi Director de Formación. Mi primera asignación fue en la parroquia de Santa Martha in Huntington Park, California, de febrero de 1998 a septiembre del 2002.
Fui después transferido a San Mateo en Hillsboro, Oregon. En Junio del 2003 comencé un nuevo capítulo como Director de Formación en Monte Angel, Oregon. Este papel me trajo mucha alegría siendo guía y superior de nuestros estudiantes en la Casa de Estudios, donde el Padre Miguel Marquez fue uno de mis estudiantes. Durante los ocho años siguientes tuve el privilegio de dar dirección espiritual a seminaristas de dieciséis diócesis de Estados Unidos. A esto siguieron ocho años como Maestro de Novicios en Long Beach, California. Regresé a Nuestra Señora de Guadalupe en Oxnard donde serví por un año como Pastor Asociado y cuatro años como Administrador Parroquial. Allí estaba cuando recibí mi nueva asignación en Santa Elizabeth Ann Seton en Washington como Vicario Parroquial.
En mi caminar he tratado de seguir el ejemplo del Padre Felix de Jesus Rougier, el fundador de los Misioneros del Espíritu Santo, y de entender que cuando doy lo mejor de mí en lo que es mi responsabilidad, Dios hace el resto. Los alumnos de la Escuela de Nuestra Señora de Guadalupe así lo entendían, cuando yo decía “Hagan lo mejor”, ellos respondían “y Dios hará lo demás”.
Vicario: P. Celso Marquez, MSpS.
St. Elizabeth Ann Seton
St. Pius X Parish / School